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Africam

Safari 

Aún recuerdo la primera vez que fui a este parque de conservación de vida silvestre, iba en la primaria y llegar parecía eterno. Cuando llegamos con el autobús, una señora con un disfraz gracioso se subió argumentando que sería nuestra guía.

 

Está ubicado hacia el suroriente de la capital, más
o menos a 16.5 kilómetros rumbo a Valsequillo.

 

Lo primero que nos explicó es que fue fundado por el capitán Carlos Camacho Espíritu, un empresario que tenía una colección privada de animales que se cansó de tenerlas en su casa y abrió un gran espacio para verlos como naturalmente viven. La apertura fue el 2 de abril de 1972 y 6 años después, unos leones mataron al fundador por tratar de defender a unos insolentes, que se les hizo gracioso bajarse a verlos de cerca.

 

Hoy alimenta a más de 5 mil animales de 450 especies, incluyendo a jirafas, cebras, rinocerontes, elefantes, tigres y leones divididos en secciones que asemejan sus lugares de origen. Quienes son procurados por un ejército de técnicos, veterinarios, ingenieros y amantes de la naturaleza que se encargan de mantener al 100 todo el parque.

 

Pero no todo es un safari, el lugar tiene zonas para pasear en lancha, de aventura, espectáculos de aves, de comida rápida, restaurantes y hasta una zona que rentan para fiestas, cuyo precio incluye la alimentación de jirafas. También hay una atracción de últimos años que se llama Safari nocturno, donde te dan una vuelta en autobús en la noche para ver qué hacen los animales cuando tu duermes.

 

Otra de las grandes cosas que ha hecho la familia Camacho, es abrir en 2016 una sede de Africam Safari en Chile, casi con las mismas especificaciones del que está en Valsequillo.

Uno de los santuarios animales más importantes de México, te espera para vivir una aventura
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El nombre Africam proviene por la conjugación del continente y el apellido ÁFRIca y CAMacho.

EL PARAÍSO ANIMAL

La experiencia 

Ahora me tocó entrar en carro particular, no hubo guía, pero pude quedarme más tiempo para tomar algunas fotografías y ver a los amigos animales mejor. Aunque te debo confesar que tenía miedo porque el automóvil se calentara y me quedara varado, no porque corriera riesgo sino por el oso de quedarme ahí, que la gente me viera y se riera de mi situación.

Otra cosa es que me perdí, se supone que hay un camino que te va guiando 

hasta la última parte, cuando comienzan a abrirse en varias veredas y di vueltas

 

en círculo dos veces hasta que me encontré una familia que tuve que seguir para salir. Ya pasado el accidente llegamos a la zona final del recorrido, donde te bajas a ver algunos animales más de cerca, cocodrilos, suricatas, flamingos, pasas por una zona de pajaritos para darles de comer, de canguros que no boxean, un serpentario y convives más con la naturaleza.

Sinceramente no puedo contarles todo porque deben vivirlo, hay zonas para

 

tomarse fotos, ver hipopótamos de cerca, los elefantes como juegan y muchas cosas. Lo que si debo hacer, es recomendarles tres cosas: 1) lleven comida porque adentro todo es caro y durante el recorrido da hambre con sed; 2) reparen su aire acondicionado, pues hay zonas donde debes cerrar las ventanas por completo y en el calor se vuelve insoportable; 3) dinero suficiente porque hay llaveros, camisetas, gorras, vasos, partes de animales y muchas cosas que los van a asombrar.

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