Complejo Cultural Universitario
Aún recuerdo cuando el CCU era un terreno sin sentido, adornado con una cancha de concreto en medio de la nada, con plantas que escondían ratas y víboras. Cuando los albañiles jugaban fútbol en lo que hoy es el estacionamiento delantero y las leyendas de que mucha gente se enterró ahí para solidificar los muros.
Hay tantas historias que les puedo contar del Complejo Cultural Universitario. Fue inaugurado el 10 de noviembre de 2008 en medio de una polémica sobre sí era necesario construirlo; pero hoy, es el mayor centro de referencia para hacer juntas, fiestas, graduaciones, espectáculos musicales, de teatro, seminarios, congresos y otra sarta de cosas que se pueden hacer. Esto porque cuenta con auditorios, salones, explanadas, tienda de la BUAP y hasta librería.
Se supone que empezó como un lugar para promocionar las expresiones culturales, artísticas, científicas y tecnológicas de la universidad; sin embargo, poco a poco fue ganando terreno, que hasta tiene una ceremonia del encendido del árbol de navidad más gigante de Puebla.
La experiencia
Aquella vez que fui fue en un día normal, sin espectáculo en el auditorio o el teatro. Así que dejé estacionado mi volido en el estacionamiento que da hacia el Boulevard, para caminar hacia admirar el árbol de navidad más grande del estado, caminé hacia atrás donde está una obra que me pareció de Botero, por la figura y me percaté que habían otras más de diferentes escultores.
Pasé a hacer una escala técnica en el baño, entré a la biblioteca que tiene diferentes cosas de la BUAP (playeras, gorras, llaveros, libretas). Salí y unos pasos adelanta está la biblioteca, que aunque magnifica sentí que los precios estaban muy altos. Seguí andando para el auditorio y como no había un evento, pues no me dejaron pasar; por consiguiente me vi obligado a tomar unas fotonas por afuera y quedaron geniales (@vidadejuguete).
Parecía una tarde calmada, hasta que salieron unos borrachines de uno de los salones del CCU, que parecían salir de una fiesta de empresa. Como no quise saber más, pues no entre a los restaurantes que ahí habitan. Los cuales, por cierto, sirven algunas cosas de muy buen sabor. Lo que si me deleite fueron con el juego de luces que ponen cada periodo de fin de año, que con un tripié, imaginación y conocimiento se pueden tomar buenas fotografías.
