Entre casonas antiguas descansa este lugar bastante peculiar, se llama Parque Fundación Amparo porque ella lo donó, pero todo poblano conocedor sabe que su nombre es el Parque de los Enamorados (literal); también como el Parque de la Pérgola, una estructura de madera en forma de cuarto pero sin paredes ni techo, el cual está en la entrada del parque viniendo del boulevard y que se enmarcó por enredaderas.
Parque
Al centro se adorna por una escultura de bronce de dos pequeños ángeles sosteniendo la campana María. La obra se distingue por que hay un ángel pie deteniendo la campana y sobre ella está el otro ángel, básicamente el punto de anclaje a la base de piedra es un pie y medio. Por más que la empujes o el aire, la lluvia lo haga no se mueve la escultura.
de los
Enamorados
Alrededor hay bancas, juegos de metal para niños que pusieron con la remodelación de 2013 y regularmente ves a dos entes: personas con sus perros paseándose entre ambos, adultos y jóvenes echando novio por cada rincón, algunos escondiéndose y otros resaltando por el besuqueo apasionado y tronado.
La experiencia
Metido en el Fraccionamiento San Francisco (6 Norte entre 14 y 18 Oriente) este parque lo denomino con clase, además de que está entre casonas, los adornos son muy estéticos, las columnas de las escaleras tienen glifos, las luces son dragones de etapas antiguas de la ciudad o son esferas grandes, incluso tiene una mesa de picnic por si se ofrece.
Pero mi experiencia va más para los novios, había ido de pequeño y los vi, de adolescente me fui de pinta ahí y los vi, de universitario tomé unas fotos y los vi, ahora que fui hace unos meses, sí, los volví a ver. No me malentiendan porque no tiene algo de malo, sino sirve para un estudio demográfico, sociológico y de morbo el entender la atracción de muchos poblanos.
¿Por qué van muchas parejitas? Pensé que podría servir como un preámbulo, pero alrededor no hay algún hotel; luego que era por los rinconcitos para el manoseo, pero es regular que pasen patrullas de vigilancia. Todo fue cuestión de darme una vuelta por el parque para solucionarlo y se los voy a decir: NO HAY VECINAS CHISMOSAS O SEÑORES MORBOSOS VIENDO POR LA VENTANA, que te incomodan por sus gritos, van a verte o te echan a la policía.
Las personas que viven ahí tienen el tiempo ocupado, que no es necesario asomarse a la ventana para ver quién o cuántas parejas están sentadas, qué están haciendo y en qué acaba todo. Así que es muy cómodo para ti sentarse a hacer lo que tengas que hacer y no fastidiarse con los demás.
