Piedra de Analco
Puebla es una ciudad de misterios y como tal esconde pasajes, personajes y objetos de ese tipo. Por ejemplo esta roca cuadrada que seguramente mi bisabuelo pasó junto de ella, mi abuela se sentó en ella, mi madre echaba novio ahí y yo jugué sobre este monumento para el Barrio de Analco, porque lleva más años de lo que uno puede imaginar.
No hay una historia fehaciente de cómo llegó ahí, quién la trajo, para qué; solo se sabe que lleva demasiados años sobre la esquina de la 7 Oriente y la 14 Sur. Le llaman la Piedra del Encanto y como dije es un monumento, incluso cuando hace años se la llevaron la gente reclamó hasta el cansancio para regresarla.
Hoy ya está en su lugar, erosionándose con el paso del tiempo, las lluvias y la gente que la adopta como banca.
La experiencia
Ya no es muy común que vaya por ahí, pero déjame contarte mi experiencia. Mi madre tenía una estética en la 7 Oriente entre la 16 y 18 Sur, perteneciente todavía al Barrio de Analco; para llegar ahí caminábamos del Boulevard 5 de Mayo hacía allá, por lo tanto pasábamos sí o sí. Así que mis recuerdos se enfocan a una de las cosas más bonitas de mi infancia: una calle antes de llegar a la Piedra del Encanto una señora vendía fruta bastante rica, entonces cuando me compraba mi mamá siempre me sentaba en la roca, esperábamos a que le bajara a la bolsa y veíamos gente o carros pasar.
Esa acción de ser una banca comunal ha perdurado desde siempre y creo que eso ha sido la base de que la piedra se vaya achicando, pues tengo la idea de que se ha erosionado porque la veía más grande de lo que está. Sinceramente no la medí esta vez que fui, pero les aseguró que está más pequeña de cuando era niño y no porque haya crecido.
