Presa de
Sirve como contención para que el agua estancada en la laguna de Valsequillo, no inunde los campos o los pueblos que están a su alrededor, además de encausarla para el cultivo. Fue construida en 1946 para soportar más de 404 mil hectómetros cúbicos de agua (404 mil millones de litros), pues aquí desembocan los ríos Zahuapan, Atoyac y Alseseca.
Literalmente es un barrera de tierra, con un vertedero a su costado para dejar pasar el excedente de agua, sobretodo en temporada de lluvias, y tiene un canal de concreto para dirigir el cause sin causar destrozos. Además tiene la función de retener y depurar los solidos que llegan o se crean por la contaminación, pues al ser el vertedero de tres ríos enfrenta problemas alarmantes de ella, que no han sido erradicados aunque hay 15 plantas de tratamiento.
Viéndolo positivamente es hogar de aves migratorias, mamíferos y reptiles, hasta de algunas especies acuáticas. Además de servir como sustento de pobladores que se han asentado junto a toda la laguna, quienes ofrecen servicio de restaurante, viajes en lancha, paseos a caballo y entretenimiento familiar. En temas fotográficos, ofrece un gran panorama de tonos azules, si llegas en una temporada donde no hay mucha contaminación en el aire y la hora del ocaso, lograrás imágenes estupendas que se combinan con el Popocatépetl.
Valsequillo
El camino largo
Lo negativo, te puedo decir que es su distancia. Está muy al sur de la capital, te puedes llevar hasta una hora para llegar hasta la presa, en ese transcurso encontrarte con gente sin quehacer y ser victima de asaltos o robos, porque está muy poco vigilada por las autoridades. Entre otras cosas malas son los malos manejos que ha tenido, pues la presa está a cargo de la CONAGUA y se ha demostrado varios actos de corrupción.
Estacionarse
Debes entender que es una presa, visualmente se ve como un puente, por lo tanto te debes estacionar en alguna de sus dos orillas y no a lo largo, pues hay vehículos que pasan todo el tiempo. Si te vas del lado hacia Tepenene, encontrarás las estatuas de los vigilantes de la presa y un busto de Manuel Ávila Camacho, promotor de la construcción. Si te esperas del lado de Puebla, apreciarás la desembocadura para entender mejor cómo es que funciona.
Pasarse un buen rato
La Presa de Valsequillo en sí no te ofrece mayor atracción que el solo verla, pero si te metes entre caminos llegarás a una de sus orillas, ahí seguramente encontrarás un restaurante que además de comida ofrece servicios de lancha, paseos a caballo, pesca o alguna otra cosa peculiar. Lo cual seguramente te hará pasar un día excelente, maravillado por el azul verdoso del panorama.