Santuario de Nuestra
Señora de Guadalupe
El 12 de diciembre es un día muy especial para los mexicanos, porque celebran la aparición de la Virgen María a San Juan Diego en el Cerro del Tepeyac; por eso en todo el país se hacen festejos y en Puebla no es la excepción.
Aquí la costumbre es acudir al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe o la Villita para llevar
imágenes de yeso, pinturas y niños vestidos de indígenas mexicanos para ser bendecidos. Algunos han visitado esta iglesia desde días antes, para partir hacia la Ciudad de México a la Basílica.
Este templo católico empezó su construcción en 1694, con una capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe. Años más tarde el inmueble creció hasta albergar un colegio para Mercedarias, comenzando así la edificación de su fachada con Talavera y ladrillo rojo. 200 años después fue vendido y recuperado por los Misioneros Guadalupanos para comenzar una tradición que persiste (ha evolucionado) hasta ahora.
Arquitectónicamente la entrada tiene un marco de talavera, cuyas formas son geométricas y de estrellas, además de imágenes de la Virgen. Las cúpulas son de ladrillo rojo y las torres además tienen azulejos amarillos que enmarcan las cuatro representaciones de la aparición a San Juan Diego. Ya adentro hay varios retablos que también muestran la visión de María, el altar principal está adornado con detalles en oro con un estilo barroco.
Cada 12 de diciembre a las 00:00 horas, las campanas son tocadas para alentar a los feligreses a venerar a la Virgen y cantarle las mañanitas. A partir de esa hora, cientos de personas se forman para entrar a la iglesia, haciendo un tumulto que desquicia el tráfico de al menos cuatro calles a la redonda. Ya de ahí, pasan a degustar comida típica, comprar cosas o disfrutar de los juegos mecánicos que se encuentran sobre el Paseo Bravo.
La experiencia
No hay mucho que contar, porque literalmente es entrar en una iglesia, sin embargo, la experiencia que les debo decir es justamente la de un 12 de diciembre. El momento fuerte para el Santuario inicia alrededor de las 4:00 de la mañana, cuando cientos de feligreses llegan buscando la bendición, para luego irse a la CDMX.
Por ahí de las 8:00 comienza a bajar la afluencia de adultos y más o menos como a las 10:00 llegan los niños, muy bien disfrazados por sus padres de San Juan Diego o María Virgen. Esto tarda como hasta las 4:00 de la tarde, cuando
arriba gente de todo tipo que busca la bendición o ver qué pasa adentro; aunque la mayoría se acerca para despistar al enemigo e irse a comer algo al Paseo Bravo con el pretexto de la fiesta. Así continúa hasta muy tarde cuando la iglesia se cierra.
Si se preguntan cómo entran y salen tantas personas, la organización tiene dos formas: 1) la fila de la derecha entra y de la izquierda sale, solamente se permite rodear el pasillo central por unos segundos; 2) se hacen varias hileras que ingresan poco a poco y van saliendo por la sacristía al fondo del templo, esta conduce a una puerta que da al atrio.
