Por ahí del año 2011 llegó a nuestro estado un gobernador con una visión particular, quiso de alguna forma explotar el turismo en Puebla y por eso impuso algunas construcciones controvertidas, para no meterme en detalles. Una de ellas fue esta, una rueda de la fortuna “nice” que prometía ser un atractivo en el que pudieras apreciar a la ciudad en lo alto.
Su primera posición y la actual es en la zona de Angélopolis, siendo inaugurada en 2013 como uno de los festejos del 151 aniversario de la Batalla del 5 de Mayo. Pero la intención era que se pudiera mover a diferentes lugares, como el Paseo Bravo, el Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec y la iglesia de San Francisco. Por eso recibió el Premio Guiness como la rueda de observación portátil más grande del mundo, pues sus 69.8 metros de diámetro y 80 metros de altura se pueden mover a donde quisiera con solo desmontarse, subir a un camión y volver a colocar.
Entre algunas controversias por su costo de más 200 millones de pesos, que nadie la quería, que tuvo desperfectos, no se pagaba luz; la Estrella se ha quedado en el lugar de ahora tal vez para siempre. Cuenta con 54 cabinas para ocho personas cada una, cuatro de ellas son VIP; su costo normal es de 40 pesos por individuo y o si es usted de dinero puede pagar 400 pesos para dar una vuelta completa en 20 minutos.
Otra discusión es que su puesto no generaría derrama económica, pues estaba atrás de un centro comercial, no había estacionamiento y la delincuencia sobraba. Sin embargo, hoy con los restaurantes y bares que están cerca, las dos plazas comerciales que la rodean y la estrategia de turismo del Gobierno, ha sobresalido al grado de otros inmuebles históricos.
La Estrella es el inicio de un complejo de atractivos para caminar, que incluye el Parque Lineal, Jardín del Arte, Parque Metropolitano, Paseo del Río Atoyac y el Museo Internacional del Barroco. A su alrededor cercano puedes encontrar una fuente de piso, que ofrece un espectáculo musical; cajeros para pagar tu luz; una cafetería para pasar medio o una hora tranquilo; bancas para disfrutar el paisaje y en ocasiones carritos de comida por si se te antoja algo.
Qué encuentras
Aquí he venido varias veces porque es un buen espacio para pasar el tiempo, hay unos restaurantes, una cafetería y hasta dos plazas comerciales cerca, además de otros lugares para poder caminar. Pero hablando solamente de la Estrella, en mi experiencia está buena, porque he subido dos veces, una de día y otra de noche, en ambas algo pasó porque di como tres vueltas. Subí y a la mitad del recorrido hubo algo y nos regresaron hacia atrás, la segunda vez estaba más o menos a la misma altura y que nos retornan, la tercera casi llegamos a los tres cuartos cuando se fue la luz, quedándonos atorados como 10 minutos más en una buena vista de la ciudad.
El pero…
Más o menos así fueron mis dos escapadas, aunque la gente no da buenas referencias, para mí está genial ir. Solamente tiene un pero, no tienes dónde estacionarte, porque está en una calle muy transitada y si te quedas en ella, corres el peligro de terminar sin una placa porque se la llevará seguridad vial. Así que debes gasta algunos pesos para ir a una de las plazas cerca y caminar un poco para llegar.
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