Un 16 de septiembre para México es una fecha muy especial por la trascendencia que tuvo, sin embargo hay cosas que hemos olvidado o ignoramos del acontecimiento, de las personas que dieron su vida por tener un país justo y libre, lo peor de lo que se ha generado a raíz del suceso como esta columna que fue construida en 1898.
Originalmente se encontraba en el Paseo Bravo frente a la iglesia de la Virgen de Guadalupe, justo donde está ahora la fuente de piso y era solamente una base que sostenía a los héroes y el Ángel de la Independencia. En 1922, el gobierno en turno lo trasladó a donde se encuentra actualmente: la Avenida Juárez y 19 Sur, puesto sobre una columna de 20 metros de altura, la hizo una rotonda con tres niveles (primero un pequeño nicho para honrar a los caídos, arriba hay esculturas de los héroes y en la punta un ángel destruyendo las cadenas de la esclavitud).
La estatua es de metal obra de Jesús Fructuoso Contreras, quien por ordenes de Porfirio Díaz se le ocurrió poner como base a Miguel Hidalgo, José María Morelos, el Pípila y otros caudillos; atrás de ellos una columna pequeña, encima una bola de piedra que sostiene a una ‘esfinge’ que simboliza la abolición de la esclavitud.
Siendo sincero
Sinceramente no sabía que en Puebla había un monumento a la Independencia, lo hallé porque en Google busqué esa palabra y me salió esta columna. Así como yo, son pocas las personas que saben de ella o al menos la han notado, esto porque su altura no entra en tu rango de visión cuando transitas sobre sus calles y vas más distraído por los negocios que están ahí.
Aunque hay un alto en tres de sus intersecciones, insisto, la altura no te atrae. Esto ha detonado que los gobiernos en turno le pongan poca o nula atención a cuidarla, no es que esté despintada o maltratada, pero si que no haya un letrero para distinguirla o que cuente su historia. Eso sí, no puedo decir que la zona esté fea, con el pasto crecido o haya malas personas, porque la Avenida Juárez es de las más transitadas y por eso se debe mantener bien.
El problema es ser una pequeña rotonda de no más de 4 metros de diámetro y creo que exagero, cuya base está ocupada por plantas, una escalinata pequeña y la columna. A lo cual no tienes suficiente espacio para apreciarla de cerca, porque mantenerse de pie se presta a que te jalen o empujen desde cualquier vehículo. Puedes detenerte a verla desde las banquetas aledañas pero su lejanía no da una buena perspectiva y te permite ver los detalles; a menos que lleves un lente zoom, pero no todas las personas lo poseen.
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