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Paseo Bravo

Este lugar ha recibido diferentes nombres a lo largo de su historia, inició como Plaza del Parral o de Oaxaquilla hasta 1823, cuando se decretó que el espacio fuera dedicado en honor al "Benemérito de la Patria en Grado Heroico", Miguel Bravo y los héroes de la Independencia que fueron sacrificados ahí.

Para 1840 el parque se inaugura formalmente como Paseo Nuevo y para 1862, recibe su primer cambio sustancial, se cortaron los árboles y se retiró el busto del héroe de la Independencia. En 1852 se le conoce como Alameda Nueva y diez años posteriores todos los árboles fueron cortados como preparación para la resistencia de la ciudad contra los franceses.


Para 1864 vuelve a cambiar de nombre como Paseo de la Emperatriz, en honor a Eugenia de Montijo esposa de Napoleón III. Es en 1870 que toma el nombre de Paseo Bravo y en 1896 que tiene el monumento en memoria a Nicolás Bravo. Un año después es arreglado otra vez, poniéndole bancos de hierro alrededor de las fuentes y demoliendo la barda externa para construir un quiosco.


En estos años se le han añadido y quitado varias cosas, como una pista de patinaje, el monumento Gabino Barreda y de Don Juan de Palafox y Mendoza, el Museo de Historia, la Fuente de Motolinia y de la China Poblana. Además del reloj del Gallito, una torre inaugurada en 1921 y cedida por la colonia francesa en Puebla con motivo del centenario de la consumación de la Independencia de México.


El reloj recibe ese nombre por la figura del animal que corona a la torre.

Aunque lo más emblemático y que es poco conocido es que ahí había un zoológico, compuesto por jaulas en todo el parque que contenían leones, osos y pájaros. Claro está que no era muy higiénico el lugar y que era difícil controlar a las personas que iban para allá.


Lo que pudiera contar

Aquí si les puedo contar varias cosas, pues hasta hace unos años eran los rumbos que tomaba de adolescente y por tal, les puedo contar varias anécdotas; desde que me asaltaron, me corretearon, me peleé, encontré varios amores, bueno hasta me tocó poner mi consultorio de psicología. Pero para no hacerles el cuento largo les daré unos consejos de qué hacer por cada sección del Paseo Bravo.


Junto a la iglesia existe un atrio donde puedes jugar futbol y regularmente hay parejas echando novio. Al centro puedes comprar pulseras, carteras, entre otras cosas, además puedes comer tacos. Los famosos del Paseo de muerte lenta. En las orillas debes tener cuidado con los tipos que piden dinero, porque cualquiera que no le des te puede asaltar.


Recuerdo que una vez había una persona en silla de ruedas que pedía para su pasaje, aquí en la ciudad esa gente va gratis. Así que cuando me pidió, le pregunté a dónde iba o cuál camión tomaría; cuando me dijo le pedí a un chavo que iba pasando que me ayudara a subirlo, con problemas lo trepamos y el transporte se lo llevó. Días después me lo volví a encontrar en la misma situación y me di cuenta que ese era su negocio.


Más hacia el fondo está el quiosco, un lugar de esparcimiento donde puedes jugar, platicar y ser abordado por vendedores rosas e inciensos que te insisten en que les ayuden, hasta una cuadra de caminata. Junto existe un puesto de revistas, el mejor que existe en la ciudad porque encuentras cualquier revista, periódico y chunche que quieras.

Un poco más para allá está una fuente, la cual sirve para echar pasión y encontrar sexoservidoras por la noche, pues la zona se oscurece bastante como para esconder muchas cosas. Ya junto y por las mañanas están oficinas para pagar predial, justo donde antes habitaba un acuario.


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